Cápsulas de sabiduría

El placer no es únicamente una experiencia física; es una expresión de vida, una forma de conexión profunda con nosotros mismos a través de nuestros sentidos. Sin embargo, vivimos en una sociedad que a menudo inhibe y reprime nuestros sentidos, haciendo que estemos desconectados de lo que realmente nos gusta o nos disgusta.

Para sentir placer, no se requiere estimular una pequeña parte de nosotros, lo que si es necesario es poder estar en contacto con nuestros sentidos (olfato, gusto, tacto, audición y visión) y permitirnos experimentar la vida de una manera auténtica y consciente.

Si nuestros sentidos están limitados a lo que la sociedad nos ha condenado, no solo limitamos nuestra capacidad de disfrutar el placer físico, sino que también bloqueamos nuestra conexión con nuestras emociones y nuestro espíritu. Para poder sentir placer, primero debemos reconectar con nuestros cuerpos y nuestros sentidos, y esto se logra a través de la respiración.

Y si me sigues, esto no es algo nuevo para ti, sin embargo repacemos un poco los 4 pilares del placer:

1. Movimiento: Nuestro cuerpo es una fuente inagotable de placer y movimiento. Al movernos conscientemente, activamos la energía vital que nos recorre, liberando tensiones y permitiéndonos sentir placer en cada célula.
2. Respiración: Es la llave que nos conecta con nuestro cuerpo. Al inhalar, retener y exhalar, nos anclamos en el presente, ampliando así nuestra capacidad de sentir y de experimentar placer a nivel profundo.
3. Sonido: Si logramos expresar un sonido mientras respiramos o nos movemos, tendremos una forma poderosa de liberar emociones y así podemos activar el placer en el cuerpo. El sonido nos ayuda a libera bloqueos y nos conecta con nuestra esencia creativa.
4. Vibración: Finalmente la vibración es la energía que se mueve a través de nuestro cuerpo cuando estamos en movimiento, cuando respiramos o cuando emitimos sonidos. Nos despierta, activando nuestra capacidad de sentir placer a niveles sutiles y profundos.

Así es que amor, no pienses que si llegaste a cierta edad se acabó el experimentar placer, o que por alguna razón has dejado de hacerlo, recuerda que tu cuerpo y la energía que habita en él, son una fuente inagotable de placer.

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